Nutrición

La alcachofa, un vegetal que protege el hígado y regula el tránsito intestinal


Consejo elaborado por Ametller Origen, entidad colaboradora del BBHI en el ámbito de la nutrición. La alcachofa es una verdura de origen Mediterráneo y se cultiva mayoritariamente en los países de esta región, puesto que requiere climas suaves: no resiste ni el frío intenso ni el calor extremo.

Propiedades nutricionales

La alcachofa es rica en un compuesto llamado cinarina, que diversos estudios han demostrado que tiene una actividad colerética. Es decir, aumenta la secreción de bilis y ayuda a la eliminación de sales biliares de la vesícula, además de tener una actividad hepatoprotectora, de protección del hígado. Entre las múltiples cualidades de la alcachofa, destaca su aportación de fibra, concretamente de una fibra soluble llamada fructooligosacáridos, que ayuda a regular el tránsito intestinal. También es destacable su contenido en potasio, que ayuda a mantener los músculos sanos y es interesante para aquellas personas que sufren calambres. Asimismo, ayuda a regular la presión arterial.

Cocina

La alcachofa se puede saborear de muchas maneras. En Cataluña es típico asarla entera a la brasa hasta que quede carbonizada, ya que el corazón se cocina con su propio vapor y queda tierno. También se puede elaborar frita, muy crujiente. O a la plancha, al horno, en conserva... Esta versatilidad permite que la podamos utilizar como plato principal o guarnición, y combina perfectamente con cualquier alimento: carne, pescado, arroz, huevos, otras verduras… Elección y conservación A la hora de escoger las alcachofas, debemos buscar las de hojas compactas y que no tengan ninguna mancha o color marrón. Un truco para saber realmente si la alcachofa es fresca es doblar una hoja. Si se rompe, es fresca. Si solo se dobla y vuelve a su lugar, no lo es. Hay que ir con cuidado también al cocinarla, puesto que una vez se pela se oxida muy fácilmente y empieza a coger un tono marrón. Para evitarlo, una vez tengamos las alcachofas peladas es recomendable introducirlas en un recipiente con agua, sal y zumo de limón.