Sueño
Cómo dormir mejor en Navidad
Dormir bien en Navidad no es tan fácil como podría parecer. Los excesos, los cambios de rutina y el estrés producido por el incremento de compromisos sociales puede afectar a la calidad y cantidad de nuestro sueño.
Las comidas pesadas y abundantes, especialmente durante la noche, pueden dificultar la conciliación del sueño, mientras que el consumo de bebidas alcohólicas se relaciona con un sueño fragmentado y poco reparador. Además, mezclar días lectivos donde debemos levantarnos temprano con días festivos donde alargamos las celebraciones hasta la madrugada puede llevar a alteraciones de nuestro ritmo circadiano.
Por otro lado, la gran cantidad de eventos sociales, compra de regalos, decoración navideña, cocinar u organizar actividades para niños pueden acabar generando estrés. El estrés es uno de los principales causantes de problemas de sueño. Cuando estamos estresados, seguramente notamos dificultades para conciliar el sueño y nos despertaremos más veces durante la noche, con dificultades para volver a dormirnos. De hecho, se ha demostrado que niveles elevados de estrés influyen en la estructura de nuestro sueño, disminuyendo el tiempo que pasamos en sueño profundo y aumentando los despertares mientras estamos en sueño REM. Del mismo modo, un mal descanso puede hacernos menos tolerantes al estrés, reduciendo nuestra vitalidad y ganas de disfrutar los momentos en familia.
Como hemos visto, existen múltiples factores que pueden alterar nuestro sueño durante las fiestas de Navidad. Sin embargo, podemos aplicar una serie de hábitos saludables que preservarán la calidad de nuestro sueño. A continuación, te dejamos algunos consejos que pueden serte de utilidad.
1. Planea con tiempo los eventos, comidas, regalos, viajes, etc. Esto te ayudará a reducir el estrés y la fatiga, evitando que perjudique a la calidad de tu sueño.
2. Procura seguir una dieta equilibrada y no excederte comiendo durante las celebraciones.
3. Vigila la cantidad de alcohol que consumes y evítalo en las cenas.
4. Evita siestas prolongadas. Si te sientes cansado, una siesta de 20-30 minutos te ayudará a recuperar energías.
5. Aunque retrases la hora de acostarse, procura mantener unos horarios de sueño regulares, yéndote a dormir y levantándote siempre a la misma hora.
Bibliografía
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