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La investigadora Goretti España ha defendido su tesis doctoral, desarrollada en el marco de la BBHI y dirigida por Sergiu Albu, neurólogo en el Institut Guttmann, y Timothy P. Morris, investigador de la Northeastern University de Boston (EEUU). El tribunal, formado por Arthur Kramer (Northeastern University), David Costa Miserachs (Universidad Autónoma de Barcelona) y Maria Mataró Serrat (Universidad de Barcelona), concedió la máxima calificación a la doctoranda.

España, actualmente investigadora del Laboratorio de Neurociencia Computacional del Ejercicio de la Northeastern University, centró su tesis en el pilar de actividad física como posible factor determinante de la salud cerebral a lo largo del tiempo. Con este objetivo, la investigadora analizó la relación entre la condición física de las personas de entre 40 y 65 años, sus habilidades cognitivas y su salud mental. Además, caracterizó la condición física como un factor neuroprotector con repercusiones en la salud estructural y funcional del cerebro, que potencialmente podrían contribuir al desarrollo de intervenciones de estilos de vida más efectivas y precisas para mantener y mejorar la salud cerebral durante el proceso natural del envejecimiento.

España presentó parte de los resultados de su tesis en la sesión de Coffee Brains “Actividad física y riesgo cardiovascular como factores clave para la salud cerebral” celebrada en junio de 2022. Puede recuperarla en este enlace.

El aumento de la esperanza de vida de la población no va necesariamente acompañado de un incremento en la salud. De hecho, la edad avanzada es uno de los factores de riesgo más relevantes para el desarrollo de trastornos neurológicos y psiquiátricos. Numerosos estudios han establecido que los cambios estructurales y funcionales producidos en el cerebro e históricamente asociados a enfermedades neurodegenerativas pueden producirse entre 10 y 20 años antes de que se manifiesten los primeros síntomas de estas patologías. Por ello, es especialmente importante investigar sobre la influencia de los hábitos de vida modificables en la prevención de estas enfermedades. Los mecanismos subyacentes a las asociaciones entre la adherencia a este estilo de vida y los factores de salud cerebral frente al envejecimiento o en las etapas iniciales de ciertas patologías neurodegenerativas todavía no están del todo claros, e investigaciones como la de España contribuirán en un futuro en la promoción de estrategias de salud global en este sentido.