Con frecuencia seguimos una serie de hábitos que
impiden el buen descanso y que deberíamos evitar. Existen varias actividades que podemos incorporar, en su lugar, de forma rutinaria para lograr un sueño saludable.
El
Global Observatory for Healthy Sleep nos recomienda:
Da un paseo
Un paseo corto por la noche te ayudará a dejar las preocupaciones atrás mientras haces un ejercicio suave que favorece el sueño. Desconecta de las distracciones diarias o reflexiona sobre tus intereses. Disfrutar de
entre 20 y 50 minutos de soledad y silencio al día tiene altos beneficios para la salud mental, y el tiempo que te dedicas a ti mismo puede ayudarte a gestionar tus emociones y priorizar tus metas.
Planifica tu día
Consultar la agenda y dejar todo lo necesario preparado para el día siguiente hará que te acuestes con menos preocupaciones. Si te has propuesto una rutina de ejercicio, deja la bolsa y la ropa de deporte preparadas para vestirte y salir por la mañana lo antes posible. Así minimizas el riesgo de saltarte el ejercicio.
Escribe en un diario
Otra opción es escribir en un diario las
tareas importantes a realizar, los propósitos personales y los métodos que te has propuesto para cumplirlos. Si lo prefieres, también puedes hacer un repaso de los eventos del día y reflexionar sobre ellos para aparcarlos una vez en la cama.
Apaga el móvil
La radiación puede afectar a la calidad del sueño, por lo que debes ponerlo en modo avión o, preferiblemente,
apagarlo al menos media hora antes de acostarte. Ten una alarma digital que te permita prescindir del móvil u otros aparatos con conexión en tu
espacio de descanso. Dormir cerca de ellos puede
dificultar la conciliación del sueño y/o hacer que te despiertes cansado.
Pon los aparatos a dormir
Cuando apagues el móvil, apaga también el WiFi. Ten en cuenta que, cuando un dispositivo intenta captar una señal, emite más radiación si la señal es baja o inexistente, de modo que
al apagar el WiFi deberás desconectar también todos los dispositivos con conexión. De esta forma darás un descanso a tu cuerpo y al hogar y la calidad de tu sueño mejorará.
Lee
Una de las mejores opciones para relajarte es la lectura. Lee libros impresos sin interrupciones. La lectura durante un mínimo de 30 minutos diarios
contribuye a la capacidad de concentración y estimula la memoria y la capacidad de aprendizaje. Se trata de un hábito que comparten muchas de las
personas que desempeñan un alto rendimiento intelectual.
Medita
La meditación es uno de los hábitos más beneficiosos que puedes implementar en tu rutina. Puede durar sólo unos 20, incluso 10 minutos: lo importante es que en ese tiempo logres limpiar tu mente de
preocupaciones. Un método muy útil para aliviar el estrés y la ansiedad es dejar fluir tus pensamientos.
Obsérvalos como si fueses un mero espectador en un desfile y trata de determinar su origen, y después déjalos ir; ya son cosa del pasado. Presta atención a tu alrededor y recréate en el momento presente.
Una vez te encuentres en un estado de tranquilidad, estarás listo para conciliar un sueño
profundo y reparador.