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El equipo BBHI culmina tres tesis doctorales en 2023


2023 ha sido un año esencial para el equipo de la BBHI. Las investigadoras Maria Redondo, Selma Delgado y María Cabello han defendido sus tesis doctorales, desarrolladas en el marco de la iniciativa y culminando así un proceso que aportará un conocimiento clave para una mejor comprensión de los mecanismos que contribuyen a una mejor salud cerebral.

La fisioterapeuta de Guttmann Barcelona Maria Redondo Camós defendió en junio su tesis, titulada Biomarcadores de salud cerebral medidos con estimulación magnética transcraneal combinada con electroencefalografía y electromiografía y dirigida por el médico Josep Maria Tormos y el investigador principal de la BBHI y profesor de la facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, David Bartrés-Faz. Este último destacó la “complejidad" del trabajo tanto por el objeto de estudio como por la exhaustiva labor de recogida de datos.

El objetivo principal de la tesis fue caracterizar nuevos marcadores de salud cerebral mediante la aplicación de Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) en la corteza prefrontal y motora, y mejorar el conocimiento sobre los mecanismos de la cognición en la población adulta sana.

Los resultados ofrecerían una mejor comprensión del vínculo entre la neurofisiología y la cognición y podrían ser objetivos potenciales para el desarrollo de intervenciones que ayuden a monitorizar o mantener la salud del cerebro y, por tanto, la función cognitiva. Si estos marcadores, que son mucho más sensibles que los que se pueden obtener mediante pruebas clásicas, mostraran cambios, podrían sugerirse programas que modularan la actividad cerebral usando EMT u otras herramientas neuromoduladores para revertir estos cambios.

Salud cerebral y dolor crónico

Por su parte, la fisioterapeuta del Instituto de Salud Cerebral y Neurorrehabilitación Guttmann Barcelona Selma Delgado defendió en septiembre la tesis Aspectos cognitivos, emocionales y neurobiológicos en la percepción del dolor crónico, dirigida por la psicóloga del Institut Guttmann Dolors Soler y el investigador de la BBHI Gabriele Cattaneo. Éste último destacó la exhaustiva recogida de datos, la complejidad del campo de investigación escogido por la doctoranda y su entusiasmo y empuje en el desarrollo del trabajo.

La tesis de la Dra. Delgado ofrece una aportación innovadora sobre el funcionamiento cerebral, cognitivo y emocional en pacientes con dolor crónico de entre 40 y 65 años. Concretamente, analiza los mecanismos de funcionamiento del dolor, especialmente cómo se percibe, procesa y modula a nivel cerebral, y el papel que desempeñan los aspectos emocionales y cognitivos en estas etapas. Factores como la resiliencia o la reserva cognitiva, que promueven un funcionamiento cerebral más efectivo frente a momentos de dificultad, podrían desempeñar un papel clave para colaborar en la ruptura del círculo vicioso del dolor.

Mecanismos de resiliencia cerebral

Por último, la ingeniera de la salud especializada en bioinformática e investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) María Cabello defendió en noviembre la tesis Mecanismos cerebrales y determinantes psicológicos de la resiliencia en salud mental. Aprender de la pandemia COVID-19.

El estudio tenía por objetivo el estudio de los cambios emocionales, sociales y psicológicos de una población adulta sana en el contexto de la pandemia de la Covid-19, con un enfoque especial en comprender los factores que caracterizan a los individuos más resilientes frente a situaciones estresantes. En términos generales, la tesis ha identificado a poblaciones de riesgo (individuos que viven solos, mujeres o adultos jóvenes) y factores a promover para protegerlos (estrategias de enfrentamiento o hábitos de vida saludables que fomenten la salud general y cognitiva). También se ha identificado por primera vez el papel que desempeña el equilibrio entre cómo se interconectan y trabajan las diferentes redes cerebrales, que hace que una persona sea más o menos resiliente a un factor estresante. Todo ello revela la necesidad de tener en cuenta factores psicológicos, de estilo de vida y sociodemográficos, junto con los mecanismos cerebrales y con un énfasis particular en sus interacciones, para comprender plenamente los fenómenos de resiliencia y vulnerabilidad y, así, potenciar intervenciones de mayor efectividad.