Las amistades pueden tener una gran repercusión en tu salud y en tu bienestar, pero no siempre es fácil construirlas o mantenerlas. Comprende la importancia de las amistades en tu vida y qué puedes hacer para construirlas y cultivarlas con este artículo escrito por profesionales de la Clínica Mayo de EEUU.
Tener buenos amigos es bueno para tu salud. Los amigos pueden ayudarte a celebrar los momentos buenos y brindan apoyo durante los momentos malos. Los amigos previenen la soledad y también te dan la oportunidad de ofrecer la compañía que necesitan. Además, los amigos:
A muchos adultos les resulta difícil entablar nuevas amistades o mantener las que ya tienen ya que requiere esfuerzo. Sin embargo, el entretenimiento y el bienestar que puede brindar una amistad hacen que el esfuerzo valga la pena.
La calidad es más importante que la cantidad. Aunque cultivar una red diversa de amigos y conocidos es bueno, también es recomendable tener algunos amigos que sean verdaderamente cercanos y que te acompañen en las buenas y en las malas.
Es posible que hayas pasado por alto posibles amigos que ya se encuentran en tu círculo social. Piensa en las personas con las que interactuaste, incluso de manera casual, y que te hayan dado una buena impresión.
Es posible que encuentres amigos potenciales entre las personas con las que hayas hecho lo siguiente:
Si recuerdas que alguna persona se destacó como alguien que te gustaría conocer mejor, ponte en contacto.
Para conocer personas nuevas que podrían convertirse en tus amigos, debes ir a los lugares donde se reúnen. No te limites a una sola estrategia para conocer gente nueva. Cuanto más te esfuerces, las probabilidades de lograrlo serán mayores.
La perseverancia también es importante. Toma la iniciativa en lugar de esperar una invitación y sigue intentándolo.
Asiste a eventos comunitarios. Busca grupos o clubes que se junten en función de un interés o pasatiempo que tengas.
Ofrécete como voluntario. Ofrece tu tiempo o talentos en un hospital, una comunidad religiosa, un museo, un centro comunitario, un grupo de caridad u otra organización.
Haz invitaciones y acéptalas. Invita a un amigo a tomar un café o a almorzar. Cuanto te inviten a una reunión social, acepta.
Comienza un nuevo pasatiempo. Haz un curso en una universidad o en un centro de formación profesional para conocer personas que tengan intereses similares a los tuyos. Inscríbete en un gimnasio local, un centro para la tercera edad o un centro deportivo comunitario.
Únete a una comunidad religiosa. Aprovecha las actividades especiales y los eventos sociales para conocer a los miembros nuevos.
Sal a caminar. Sal con tus hijos o mascotas. Conversa con los vecinos.
Ante todo, mantén una actitud positiva. Es posible que no te hagas amigo de todas las personas que conoces, pero si mantienes una actitud y una conducta amistosa, puedes mejorar las relaciones que tengas en tu vida y plantar la semilla de la amistad en las personas que acabas de conocer.
Al unirte a un grupo de chat o a una comunidad virtual, podrías establecer o mantener conexiones y mitigar la soledad. Sin embargo, las investigaciones sugieren que el uso de sitios de redes sociales no necesariamente se traduce en una red fuera de línea más grande.
Entablar y mantener relaciones saludables supone dar y recibir. Hacerles saber a tus amigos que te preocupas por ellos y los aprecias puede fortalecer el vínculo.
Sé amable. Este comportamiento sigue siendo la clave de las relaciones exitosas entre adultos. Considera la amistad como una cuenta bancaria emocional. Cada acto de bondad y cada expresión de gratitud son depósitos en esa cuenta, mientras que la crítica y la negatividad son extracciones.
Escucha. Pregunta qué sucede en la vida de tus amigos. Haz que la otra persona sepa que le estás prestando mucha atención a través del contacto visual, el lenguaje corporal.
Ábrete. Genera intimidad con tus amigos compartiendo tus sentimientos. Estar dispuesto a revelar experiencias y preocupaciones personales demuestra que tu amigo ocupa un lugar especial en tu vida y profundiza la conexión.
Demuestra que se puede confiar en ti. Ser responsable y confiable es la clave para entablar relaciones sólidas. Cuando tus amigos compartan información confidencial contigo, no la divulgues.
Ponte a disposición.
Controla los nervios con conciencia plena. Tal vez te descubras imaginándote lo peor de las situaciones sociales y sientas la tentación de quedarte en casa. Haz ejercicios de conciencia plena para transformar tus pensamientos.
El yoga y otras prácticas de relajación del cuerpo y la mente también pueden reducir la ansiedad y ayudarte a enfrentar las situaciones que te hacen sentir nervioso.
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