Para el mantenimiento de un buen nivel de las funciones intelectuales (atención, orientación, memoria, lenguaje, por citar algunas de las más relevantes) la investigación actual ha establecido la importancia del entrenamiento cognitivo como prevención primaria para prevenir el deterioro cognitivo y su progresión.
Esta estimulación se centra en la mejora de la memoria y la capacidad de procesamiento combinando actividades con diferentes niveles de dificultad.
Entre las actividades más lúdicas podemos incluir los crucigramas, sopas de letras, los rompecabezas, y juegos (también a través del ordenador o tablet). Esta práctica distrae, divierte, enseña, relaja y estimula manteniendo el cerebro activo. Tres sesiones a la semana de estimulación cognitiva (en el ordenador o no), entre 30 y 45 minutos cada una, tienen efectos beneficiosos en mejorar diferentes habilidades cognitivas como la memoria reduciendo las probabilidades de desarrollar sintomatología depresiva.
Recomendaciones de entrenamiento cognitivo:
Compartir article