Todos tenemos momentos de olvido sobre dónde hemos dejado las llaves, por qué entramos en una habitación o cómo se llama un objeto. Lo más probable es que esto refleje cambios relacionados con la edad en las habilidades de pensamiento.
La memoria implica tres procesos: codificación, grabación y recuperación. El cerebro recibe y codifica (toma) nueva información; el cerebro luego registra (almacena) la información; finalmente, el cerebro recupera información cuando la necesita.
Muchas regiones del cerebro están involucradas en este proceso. Por ejemplo, la corteza cerebral, la gran capa externa del cerebro, adquiere nueva información como entrada de nuestros sentidos. La amígdala etiqueta la información como digna de almacenamiento. Cerca, el hipocampo almacena recuerdos. Y los lóbulos frontales nos ayudan a recuperar información conscientemente.
Muchas personas notan una diferencia en la memoria a partir de los 50 años. Es entonces cuando los cambios químicos y estructurales relacionados con la edad pueden comenzar en las regiones cerebrales involucradas en el procesamiento de la memoria, como el hipocampo o los lóbulos frontales. Estos cambios pueden ralentizar la velocidad de procesamiento, por lo que es difícil recordar nombres o palabras familiares.
Otros factores pueden estar en juego también. «La memoria de trabajo, una libreta mental que nos permite utilizar información importante durante el día, es susceptible a la depresión, la ansiedad y el estrés», explica el Dr. Salinas, «y la falta de sueño puede afectar la retención y el uso del cerebro.»
Los efectos secundarios de un medicamento también pueden afectar la memoria. Por ejemplo, si usas un medicamento contra la ansiedad, sus efectos secundarios sedantes pueden hacer que tu cerebro esté menos alerta y más lento.
Otra forma de aumentar la memoria es aprovechar al máximo la forma en que funciona. Las siguientes estrategias pueden ayudar.
Olvidar algo de vez en cuando es probablemente normal. No es normal cuando los cambios de memoria interfieren con el funcionamiento diario. El Dr. Salinas recomienda que hables con tu médico si estás cometiendo más errores que de costumbre en el trabajo; teniendo dificultad para pagar las cuentas; o tienes problemas para completar tareas, cocinar, enviar correos electrónicos o hacer tareas domésticas. Pero no entres en pánico. «En la mayoría de los casos, hay una causa temporal o reversible detrás de tus tarjetas de memoria. Una vez que se ha solucionado eso, puedes volver a tu yo más habitual para recordar», dice el Dr. Salinas.
Consejo traducido del Harvard Health Publishing:
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