Plan vital

Establecer objetivos y llevarlos a cabo


El bienestar psicológico está estrechamente relacionado con una mejor salud emocional y en general una salud cerebral. En este estado de bienestar la persona se siente bien, puede desarrollar sus capacidades, afrontar las situaciones cotidianas de estrés, tener relaciones satisfactorias o trabajar de forma eficiente. Las emociones negativas como la tristeza o la preocupación mantenidas durante muchos tiempo, además de afectar a nuestro sistema inmunitario pueden afectar al buen funcionamiento del cerebro y provocar la liberación de hormonas, afectando una región del cerebro que controla funciones cognitivas como la memoria o la atención espacial, entre otros. Para estar motivado, tener energía, seguridad, autoconfianza, tranquilidad y autocontrol, se recomienda diseñar y seguir un plan vital (que puede ir variando a lo largo del tiempo). El primer paso es identificar cuáles son los objetivos realmente importantes que nos permitirán alcanzar metas importantes en la vida. Siendo consciente de ello es importante vivir de acuerdo con nuestras convicciones y propósitos y perseguir nuestros objetivos de acuerdo con nuestras capacidades y nuestras limitaciones. Recomendaciones del plan vital:
  1. Focalizar en los objetivos realmente significativos, que aportan valores, o que permiten alcanzar metas importantes en la vida.
  2. Mantener una actitud positiva y coherente con los propios propósitos.
  3. Conocer las habilidades propias, cultivarlas y utilizarlas en la vida.
  4. Considerarse como un agente efectivo en el logro de resultados.
  5. Tomar conciencia y aceptar las propias limitaciones.
  6. Buscar satisfacción en lo que se hace independientemente de reconocimientos o premios externos.